El llamado Efecto Observador en Física Cuántica describe cómo una posibilidad de energía se comporta de acuerdo a la expectativa del observador. La energía se comportará como onda si lo que le interesa al científico-observador es su velocidad, o podrá colapsar en una partícula si quiere saber su ubicación. En palabras llanas, el Dr. Wayne W. Dyer lo describe de esta manera: Si cambias la manera de observar algo, la cosa observada cambia.
Me gusta mucho la frase de Dyer porque aterriza a nuestra vida cotidiana todo ese mundo subatómico de ondas de probabilidad y partículas de energía en hechos concretos. De esta manera, yo he logrado comprobar la magia del pensamiento.
Sé que hay personas que les parece chocante el pensamiento positivo, las frases de amor y belleza porque tal vez les parezca un optimismo a ultranza, tratando de evadir un ambiente que se nos viene encima todos los días: dificultades económicas, desamores, accidentes, injusticias o maltratos. Y tienen razón. En realidad, todos tenemos razón, porque la cosa observada se comporta de acuerdo a la expectativa del observador.
Si en estos momentos te sientes muy mal es que has estado dándole atención a todo eso que no te gusta, y si cambias de opinión, empezará a cambiar tu entorno. Tal vez te preguntes: Pero, ¿cómo?, ¿tendré que ver y decir que es hermoso algo que para mí es evidentemente horrible?, ¿tendré que agradecer y valorar los golpes?, ¿tendré que disfrutar mis deudas?, ¿tendré que valorar mi enfermedad?
Cambiar de opinión no es convencerte de que quieres algo que no quieres. La mancuerna pensamiento-sentimiento es tu punto de atracción, tu campo de resonancia; y donde enfoques tu atención estarás atrayendo cosas, personas y circunstancias parecidas en esencia vibratoria. Cambiar de opinión es buscar pensamientos que te hagan sentir un poco mejor, lo cual significa que estás cambiando tu resonancia.
En el momento que volteas a apreciar tu cuerpo, o a tu pareja, o a tu familia, te sientes un poco mejor. Este procedimiento es un paliativo emocional porque sientes como si te hubieras tomado una pastilla para el dolor, sientes un alivio. Conforme te vas enfocando en un tema que te hace sentir mejor, van llegando más pensamientos que te hacen sentir mucho mejor.
Te sugiero que lo experimentes y que dejes a un lado el paradigma de que tienes que tomar una decisión o que tienes que hacer algo al respecto. Solamente dedícate a buscar pensamientos que mejoren tu estado emocional. Pero fíjate bien que el procedimiento no es que reprimas la emoción intentando o actuando como que te sientes bien. La emoción siempre seguirá a tu tendencia de pensamientos. Por eso es que nadie, aunque tenga muy buena intención, podrá ayudarte a cambiar tu estado emocional. Tal vez puede ayudarte a buscar pensamientos que desencadenen una mejor resonancia, pero no servirá el “échale ganas”, “no te sientas triste” o “no estés celoso”.
Por lo pronto, yo seguiré buscando lo mejor en las personas, en las cosas y en los acontecimientos. Mi vida ha cambiado favorablemente desde que practico el optimismo.
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Lule Villa
