jueves, 25 de noviembre de 2010

Relaciones simbióticas

Las relaciones simbióticas se establecen cuando estás buscando complementarte con el otro, es decir, a falta de responsabilidad por tu propia vida, estás buscando que alguien se haga cargo de ti; buscas a una persona muy alegre por tu incapacidad de ser feliz o buscas a otro que te haga sentir amada/o cuando te falta autoestima.

Así que, como puedes ver, no es tan infrecuente caer en este tipo de relaciones cuando nuestro estado mental está enfocado en la carencia de alguna cualidad propia. Además, este tipo de relaciones –también llamadas codependientes- nos hipnotizan fácilmente porque estás colmadas de la pasión que el drama despierta: peleas, reconciliaciones, abusos, perdón… Estamos produciendo constantemente la adrenalina que nos hace creer que estamos vivos y enfocados en nuestra relación.

Por si esto fuera poco, la mayoría de estas relaciones son una atractiva invitación para que el resto de los espectadores –llámense familiares, amigos y terapeutas-, participen con la buena intención de ayudar, salvar y aleccionar.

Relaciones desgastantes, ruidosas, abrumadoras…alejadas del amor verdadero.

Las relaciones simbióticas será uno de los temas a tratar en el curso Tú y Yo, Amistad y Pareja.



Si te interesa este curso, lo podemos abrir para ti y tus conocidos. Con un mínimo de 10 personas.


Información de cursos, Audio-Libros o contrataciones:
Tel.(044) 3311124027 – Con Sofía
Grupo.dharma7@gmail.com

 

domingo, 21 de noviembre de 2010

¿Aceptas ser feliz con una pareja?



La primera etapa de una pareja es el romance. Al mostrar lo mejor de nosotros mismos y al enfocarnos únicamente en los aspectos que nos gustan del otro, experimentamos el éxtasis del enamoramiento inicial. La mayoría de las personas sabemos lo que se sienten las mariposas en el estómago. En esta etapa satisfacemos varias necesidades básicas, como: mantenernos cerca, proteger, ser protegido, divertirnos, etc.



La segunda etapa es la rutina, en la cual empezamos a ceder, a acoplarnos, todo se hace costumbre y dejamos de darnos cuenta de nuestras necesidades. Entonces, cuando dejamos de pedir, empezamos a pelear…

En la tercera etapa caemos en una lucha de poder. Vemos claramente todo lo que no nos gusta del otro, nos aferramos a tener la razón y repetimos constantemente patrones de juegos psicológicos. Sentimos que todo cambió o que fuimos engañados por esa persona que nos mostró una cara que no era real.

El final de una relación de pareja es la etapa de la desilusión o desengaño. En ésta, sentimos que se muere algo de nosotros, de hecho, sentimos como que nos estamos muriendo, porque nos sentimos tristes, deprimidos, impotentes.

Si tú has pasado por estas etapas o has identificado que estás en una de ellas, tal vez te convendría responder a las siguientes preguntas:

• ¿Acepto realmente ser feliz con una pareja?
• ¿Merezco ser feliz con mi pareja?
• ¿Qué hacemos cada uno en la pareja para no ser felices?
• ¿Qué quiero?

Entonces, podrás aprender que existe una etapa de transformación en la pareja, a través de la cual no todas transitan.
En la etapa de la transformación ambos empiezan a aceptar responsabilidad, buscan su propia satisfacción, se hacen conscientes, empiezan a crecer, se aprecian mutuamente, aceptan sus diferencias e inconsistencias, resuelven juntos los problemas, saben escucharse, satisfacen las necesidades mutuas y respetan su propia individualidad.

Aprende a ser y a tener una pareja de tercer ser y generativa.

Te invitamos al curso de Grupo Dharma: Tú y yo, Amistad y Pareja

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lunes, 15 de noviembre de 2010

Pensar Para Crear, El Método


El Método Pensar para Crear tu Realidad de Grupo Dharma, está basado en el conocimiento profundo de la Ley de Atracción. Esta ley universal dice: “Lo similar atrae a lo similar”. Esto significa que si yo tengo pensamientos relacionados con la riqueza, la salud, el amor y la felicidad, atraigo a mi vida personas, cosas y acontecimientos congruentes con esos pensamientos; de la misma manera, si mis pensamientos se relacionan con accidentes, crisis, carestía o enfermedades, mis experiencias de vida serán afines a dichos pensamientos.

¿Así de sencillo? Pues sí. Sin embargo, las personas somos presas de paradigmas y creencias comunes que nos mantiene en una tendencia de pensamientos para atraer experiencias que no nos gustan.

Además, la mayoría de las veces no nos damos cuenta de los pensamientos que hemos estado sosteniendo, por lo tanto, a través de este Método podremos aprender a identificar nuestras emociones, que son una guía infalible del tipo de pensamiento que hemos tenido y, por lo tanto, del punto de atracción en el que estamos.

Grupo Dharma ofrece cursos, clases, audio-libros y asesorías individuales que te ayudarán a comprender la ley de atracción con prácticas dirigidas a cambiar tu percepción, modificando las redes neuronales y aclarando tu intención de vida.

Este Método te ayudará a regresar a tu estado de Autonomía, rescatando tu facultad de amar y amarte incondicional, libre y abundantemente; tu facultad de ser espontáneo, alegre, creativo, divertido, y tu facultad de pensar tus propios pensamientos, lograr una nueva percepción del mundo y ser consciente de quien eres verdaderamente.

Si te interesa algún curso o taller, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, podemos abrir un curso especial para ti y tus conocidos.
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jueves, 4 de noviembre de 2010

Los Estados del Ego

El Dr. Eric Berne, creador del Análisis Transaccional y autor del libro Juegos en que Participamos, señala que los padres, ya sea deliberadamente, ya sea inadvertidamente, enseñan a sus hijos a comportarse, cómo pensar, cómo sentir y cómo percibir. La liberación de semejantes influencias solamente es posible del todo cuando el individuo comienza el camino en un estado autónomo, es decir, recuperando su propia percepción, su capacidad de ser espontáneo y su potencial para la intimidad, porque el individuo siempre posee la capacidad de elegir qué parte de las enseñanzas querrá aceptar.


Esto significa que en el proceso de educación temprana, en la formación básica, es frecuente que las personas sufran la pérdida de alguna o las tres facultades con las que iniciamos en la vida, pero que podemos recuperar en el transcurso de nuestra existencia en este mundo.

Estas tres facultades primarias son: el potencial de intimidad, es decir, la capacidad de dar y recibir amor; el potencial de conocimiento, que es la capacidad de comprender y percibir al mundo y a las demás personas desde la propia perspectiva del individuo, y el potencial de espontaneidad, que es la capacidad de expresión libre y gozosa de manera natural, así como de manejar la propia energía a voluntad.

Para poder funcionar en esta experiencia terrenal, las personas nos identificamos con la persona que somos en este planeta. A esa persona la llamamos yo o ego. De acuerdo al Análisis Transaccional, las personas tenemos tres diferentes estados del ego que se manifiestan como tres diferentes formas de pensar, de sentir y de actuar, y funcionan tanto interna como externamente.


Nos podemos dar cuenta de cómo funcionan internamente cuando percibimos o escuchamos una conversación entre los estados del ego. Podríamos considerar un ego sano cuando esos diálogos abarcan los tres estados, y podríamos considerar un ego enfermo cuando está excluido alguno de ellos.

A veces, nuestro ego se manifiesta como si fuera un padre o una madre. A esta forma de pensar, sentir y actuar del ego, se le llama Estado del Ego Padre. Así, nuestra percepción desde este estado abarca todas las tradiciones y costumbres culturales, las religiones, los valores morales, los cuidados y la protección. Se le considera el concepto aprendido de nuestra personalidad.

Otras veces, nuestro ego se manifiesta como si fuera un adulto. A esta forma de pensar, sentir y actuar del ego se le llama Estado del Ego Adulto. Así, nuestra percepción desde este estado tiene que ver con el aquí y el ahora; percibimos el mundo como es, no como debería ser, no como nos gustaría que fuera. El estado Adulto del ego pregunta para adquirir información y comprender las cosas: ¿por qué? ¿para qué? ¿cómo? ¿de qué manera? ¿cuándo? Son preguntas poderosas que nos ayudan a tomar decisiones. A este estado se le considera el concepto razonado de nuestra personalidad.

Y otras veces, nuestro ego se manifiesta como si fuera un niño. A esta forma de pensar, sentir y actuar del ego se le llama Estado del Ego Niño, y desde ese estado del ego nuestra percepción del mundo tiene que ver con nuestros gustos, nuestra creatividad, nuestros anhelos o nuestra diversión; es decir, es el mismo niño o niña que fuimos alguna vez, ese niño o niña que hacía berrinches, que suplicaba, que se reía a carcajadas, que fantaseaba, que quería ser protegido y amado. Es el concepto sentido de nuestra personalidad.

En nuestra experiencia como seres humanos es importante tener un ego sano, lo que significa poder utilizar sus diferentes manifestaciones, ya sea aceptando una percepción enseñada desde el exterior y con la cual nos sentimos cómodos, ya sea como un adulto presente en el aquí y en el ahora, preguntando y adquiriendo información o como un niño que vive a plenitud sus estados emocionales, es creativo, curioso y feliz.




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Lule Villa