Tal vez ya has oído hablar de la Ley de Atracción: “Todo objeto atrae aquello que se asemeja a sí mismo”. Nuestros pensamientos son magnéticos y atraemos la esencia de lo que estamos pensando y sintiendo.
Cuando tú quieres algo y piensas mucho en eso, hablas de ello y te sientes muy bien imaginándote en posesión de eso que deseas, estás emitiendo una señal vibratoria para atraerlo a tu vida.
Pero cuando no te gusta algo o estás en desacuerdo con una situación, persona o cosa, piensas mucho en eso, hablas de ello y te sientes muy mal imaginándote en esa situación que no deseas, también estás emitiendo una señal vibratoria para atraerlo a tu vida.
La atención que le prestas a algo -ya sea que te guste o que no te guste- hace que lo incluyas en tu atmósfera vibracional, y si lo mantienes en tu atención o conciencia durante el tiempo suficiente, eventualmente lo atraerás a tu vida, puesto que en este universo que se basa en la atracción, no existe la exclusión.
Si tú comprendes bien cómo funciona la atracción vibracional, entenderás que no es suficiente con escribir detalladamente una lista o un collage de deseos: casas, carros, dinero, relaciones, etc. O hacer visualizaciones o afirmaciones positivas todos los días. Todas estas actividades son importantes porque su objetivo principal es fortalecer tu fe y, obviamente, al tener la certeza de que atraerás a tu vida eso que has deseado, te sientes muy bien.
Cuando te sientes muy bien, como quiera que le llames al sentimiento o emoción –satisfacción, alegría, poder, amor, felicidad- es un indicativo de que tus pensamientos han estado enfocados en lo que deseas. Cuando tus pensamientos y tu enfoque están puestos en lo que deseas, tu imaginación, tus actos y hasta el tipo de relaciones que tienes, crean una atmósfera vibracional que solamente atraerá lo que deseas.
Cuando te sientes mal, como quiera que le llames al sentimiento o emoción –miedo, enojo, tristeza, depresión, impotencia o infelicidad- es un indicativo de que tus pensamientos han estado enfocados en lo que no deseas. Cuando tus pensamientos y tu enfoque están puestos en lo que no deseas, tu imaginación, tus actos y hasta el tipo de relaciones que tienes, crean una atmósfera vibracional que atraerá lo que no quieres o te causa discordia, inconformidad o confusión.
¿Ya te diste cuenta? Si te has estado preguntando por qué tarda tanto lo que has pedido a pesar de que has estado meditando o visualizando y ya hiciste una lista o collage de deseos, investiga cómo te has estado sintiendo la mayor parte del día.
Te recomiendo que dejes de preguntarte ¿Por qué? ¿Por qué no puedo? ¿Por qué siempre me pasa lo mismo? ¿Por qué no se manifiesta mi deseo? En lugar de cuestionarte de esta manera, que solamente te incapacita y te hace enfocarte en lo que no quieres –ni te conviene-, te recomiendo que te preguntes: ¿Qué tipo de pensamientos hacen que me sienta mejor? ¿Qué puedo hacer para sentirme mejor? Es decir, tu objetivo es sentirte mejor. Cuando tú logras sentirte un poco mejor, sientes un gran alivio, lo cual significa que tu frecuencia vibratoria se ha alineado con el objeto de tu deseo.
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Te envío un gran abrazo.
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Exelente, que bueno que existan personas como ustedes que nos ayudan a comprender la grandeza y poder que tenemos como seres espirituales que Dios los bendiga.
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