MERECER

Una de las primeras creencias que se insertan en nuestro sistema, es no me lo merezco o hasta que…lo mereceré o si yo hago, soy o tengo…lo mereceré.
Es frecuente que en el proceso de crianza, al niño se le enseña que primero deberá hacer algo para que consiga lo que quiere, lo cual estaría bien si siempre fuera así congruentemente. Sin embargo, el niño no siempre consigue lo que quiere por parte de los adultos, aunque sea obediente, aunque piense, se comporte y hasta sienta de la manera como le exigen. Entonces, su conclusión es: no me lo merezco, o todavía no me lo merezco, o algún día lograré merecerlo.

Ahora, siendo un adulto, estás aprendiendo a utilizar la ley de atracción a tu favor. Has aprendido que definiendo lo que quieres, pensando frecuentemente en ello y visualizándolo, lo atraerás a tu vida. Éste es el primer paso de la Fórmula Mágica. Pero tal vez estés teniendo problemas en el segundo y tercer paso: suéltalo (confía en que ya lo tienes) y permite que eso que quieres llegue a tu vida (no te resistas).

Tú puedes pedir muy bien lo que quieres; lo redactas muy bien, haces un collage, haces afirmaciones y visualizaciones. Pero si tienes una creencia subyacente, es decir, una creencia oculta, por debajo, contraria a tu deseo, atraerás a tu vida eso que verdaderamente crees. Lo que tú crees lo creas.

Si tú crees que no te mereces lo que quieres, no lo obtendrás; obtendrás lo que crees que te mereces. Es así como a veces te sucede que estás a punto de adquirir algo por lo que has estado trabajando, lo has pedido, lo has visualizado, y cuando estás por conseguirlo, te llenas de ansiedad y de dudas, dejas de sintonizar vibratoriamente con tu deseo y recibes algo que no querías o de baja calidad.

Recibe un gran abrazo,
Lule Villa.
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