jueves, 29 de abril de 2010

LA PERCEPCIÓN DE TU CUERPO

Todas las personas contamos con dos opciones generales en cuanto a percepción: percibirnos como víctimas o percibirnos como creadores deliberados de nuestra realidad.

Nos percibimos como víctimas cuando sentimos que no tenemos control alguno sobre nuestra realidad, creemos que todos los acontecimientos en nuestra vida suceden sin que nosotros hayamos intervenido absolutamente y que todo sucede de afuera hacia adentro. Respecto de nuestro cuerpo, hemos creído que todo lo que nos gusta nos hace daño -de afuera hacia adentro- y que alguien allá afuera, una autoridad, se tendrá que hacer cargo de mí; me dirá cómo tratar a mi cuerpo, cuáles son los alimentos prohibidos para mí y que si aumenta mi peso corporal, algo malo estoy haciendo.

Nos percibimos como víctimas cuando estamos luchando por no comer, aunque tengamos hambre. Nuestras creencias, reforzadas por los medios de comunicación, autoridades médicas, familia o sociedad, han llegado al extremo de percibir a los alimentos como un peligro. Debemos permanecer alertas, buscar alimentos light, entrar al gym, despreciar nuestra comida común y escudriñar cada uno de los alimentos. Podemos encontrar a algunas personas de este grupo obsesivo pero “saludable” con pensamientos del tipo: “Estoy gordo/a, pero soy responsable”, “Voy a seguir esforzándome y algún día tendré mi peso ideal”, “Soy delgado y mi trabajo me ha costado, ¡qué asco los gordos!”. Su estado vibratorio oscila entre la ira, la indignación, la culpa y hasta la depresión.

Pero en este frenesí obsesivo, hay quienes pierden la batalla. Siguiendo con esa percepción de víctima, se dedican a comer todo tipo de comida, se mueven muy poco y no les importa en absoluto saber qué es lo que se llevan a la boca. Este tipo de personas generalmente tendrán pensamientos del tipo: “Soy gordo/a y qué, ¡no me molestes!”, “Soy un gordo que come como cerdo”. Su estado vibratorio es el mismo que el grupo anterior.

Todos nosotros creamos nuestra realidad a través de nuestros pensamientos, los cuales emiten un tipo de frecuencia que crea o atrae las partículas de energía similares en vibración; estas partículas de energía es la materia que experimentamos con nuestros cinco sentidos.

Cuando nos percibimos como creadores, entonces, sabemos que nuestros pensamientos crean nuestra realidad. Dicha tendencia de pensamientos provocan un estado emocional que nos lleva a moldear nuestro cuerpo deliberadamente. Nuestra relación con la comida es muy importante porque al ser conscientes de lo que comemos, al disfrutar de los alimentos y al conocer sus cualidades nutritivas, establecemos una correlación amorosa y feliz.

Nuestro cuerpo es el efecto directo de nuestros pensamientos. Una relación de aprecio y valoración con nuestro cuerpo es fundamental para crear un molde saludable, armonioso y de belleza. Nuestro cuerpo es mucho más sabio de lo que nosotros creemos. Todo el tiempo está resolviendo situaciones y realizando trasmutaciones cuánticas para elaborar lo que requiere. Y todas las células de tu cuerpo siguen tu tendencia de pensamiento, así que en el momento que decidas cambiar de opinión, cuando decidas cuestionar las creencias populares y observar, cuidar, diseñar tu cuerpo, cambiará tu realidad respecto del mismo.

¿Quieres aprender más? Te recomiendo nuestro Curso: Piensa y Crea una Nutrición Efectiva.


Si te interesa este curso, lo podemos abrir para ti y tus conocidos. Con un mínimo de 10 personas.



Información o contrataciones:
Tel.(044) 3311124027 – Con Sofía
Grupo.dharma7@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario